
Sostenibilidad con acento sureño, Salmones Austral lidera la transformación de la industria.
Salmones Austral se posiciona como líder en sostenibilidad al ser la primera empresa salmonera chilena validada por la Science Based Targets initiative (SBTi), impulsando una profunda transformación hacia la descarbonización, la innovación y el compromiso territorial desde el sur de Chile.
En el extremo sur del mundo, donde la cordillera se funde con el mar y las lluvias marcan el pulso del territorio, una empresa chilena decidió asumir un compromiso que no solo desafía su propia historia, sino también la de toda una industria. Se trata de Salmones Austral, la primera compañía salmonera del país validada por la Science Based Targets initiative (SBTi), una exigente certificación climática basada en la ciencia. Detrás de ese hito están Claudio Melgarejo, gerente de Administración y Finanzas, y Jaime Molina, subgerente de Sostenibilidad, quienes han liderado esta transformación con un propósito claro: hacer viable el negocio desde la sostenibilidad.
«Quisimos tomar este desafío y hacer partícipe a toda la compañía, a todas las áreas, en generar esta iniciativa y contribuir con un grano de arena a la sostenibilidad y a la viabilidad de la industria», afirma Melgarejo. La decisión no fue menor. Incorporarse a SBTi implicó rediseñar procesos, medir emisiones con precisión científica, fijar metas ambiciosas y —quizás lo más complejo— movilizar a todos los actores internos y externos hacia un mismo horizonte.
El corazón de la estrategia
Jaime Molina, antropólogo de formación y con amplia experiencia en relacionamiento territorial, explica que el plan trazado por Salmones Austral está alineado con el Acuerdo de París y validado por la plataforma SBTi, considerada el estándar más riguroso en la medición de emisiones corporativas. «Lo que estamos desarrollando es una estrategia de mitigación de gases de efecto invernadero basada en ciencia. No es solo una moda: es una hoja de ruta técnica y profunda para descarbonizar nuestras operaciones hasta 2033», señala.
Las metas, detalla, incluyen una reducción del 56,4% de emisiones en los alcances 1 y 2 (operaciones directas) y una disminución significativa del impacto en el uso del suelo y la cadena de suministro. Esto último es clave: el 60% al 70% de las emisiones de un kilo de salmón proviene de los insumos, especialmente del alimento. Por eso, Salmones Austral trabaja con sus proveedores para innovar en materias primas de menor huella de carbono. «Es una cadena donde todos deben alinearse. Si nuestros proveedores no avanzan, nosotros tampoco», advierte Molina.
Una industria bajo la lupa
La salmonicultura chilena, históricamente cuestionada por sus impactos ambientales, enfrenta hoy el desafío de reinventarse. Y desde Puerto Montt, Claudio Melgarejo no elude esa historia. «Quizás en el pasado se hicieron cosas mal, pero hoy el presente es distinto. Estamos trabajando con ciencia, con transparencia, y con una mirada de largo plazo», sostiene. Agrega que este compromiso no busca solo mejorar la reputación, sino asegurar la viabilidad del negocio a futuro.
“Trabajamos con el medioambiente, y el agua es fundamental. Nuestro objetivo no es solo acceder a financiamiento más barato, sino construir una salmonicultura de calidad y sostenible en el tiempo”, dice Melgarejo. Como ejemplo, destaca la piscicultura en Llanquihue, la más moderna de Chile, que recicla el 99,5% del agua utilizada, y nuevas iniciativas en electrificación y descarbonización energética.
Gobernanza, orgullo interno y cadena extendida
El proceso no fue impulsado solo desde la alta dirección. Una de las claves —según Molina— fue la creación de un comité de sostenibilidad transversal, donde participan desde operarios hasta directores. «En Salmones Austral esto parte desde el ADN de la compañía. Todos se sienten parte del camino, y eso genera orgullo interno», relata. A esto se suma un plan de comunicación interna y externa que busca sensibilizar tanto al equipo como a las comunidades.
El alcance de la estrategia va mucho más allá de las instalaciones propias. Incluye proveedores, servicios, instituciones educativas y comunidades locales desde Biobío hasta Magallanes. “Nuestro impacto es grande. Estamos presentes en muchas localidades del sur, y queremos que ese desarrollo sea responsable”, asegura Melgarejo.
Inspiración desde el sur del mundo
La validación climática de Salmones Austral marca un precedente no solo en Chile, sino en el contexto global de la salmonicultura. De las más de 8.000 empresas adheridas a SBTi en el mundo, esta es la primera del rubro salmonero chileno que obtiene tal reconocimiento. Y es también una de las pocas empresas de capitales 100% chilenos que han llegado a este nivel.
“Queremos que otras compañías se sumen. No queremos ser los más listos de la clase, sino generar un círculo virtuoso”, enfatiza Melgarejo. En un país donde el salmón es el segundo producto de exportación, la apuesta por liderar en sostenibilidad puede marcar el futuro de la industria.
El sentido de lo colectivo
Para ambos ejecutivos, liderar este proceso ha sido también una experiencia personal. “La sostenibilidad se siente. Cuando conversamos con los trabajadores, con las comunidades, todos entienden que el cambio climático ya está aquí”, dice Molina. Y agrega: “Hemos trabajado en proyectos con enfoque comunitario, como el cultivo de algas con mujeres, que ahora medimos para saber cuántos gases capturan. La idea es que también ellas sean parte de esta cadena de valor sostenible”.
Melgarejo concuerda: “Nuestros colaboradores se sienten orgullosos, y eso también es valor compartido. Esta industria no solo genera utilidades, también genera oportunidades, desarrollo profesional, arraigo territorial. Queremos que sea sostenible porque sabemos lo que representa para el sur de Chile”.
Mirar más allá de 2033
El plan de mitigación de Salmones Austral tiene horizonte al 2033, pero ambos coinciden en que ese año no es el final. Es apenas un hito intermedio. “La transformación energética, el uso de nuevas tecnologías, la innovación en procesos, todo esto es dinámico. Vamos a seguir sumando iniciativas a medida que avancemos”, sostiene Molina.
Desde el sur del mundo, Salmones Austral busca no solo cultivar salmones, sino también bienestar. En un momento en que la industria salmonera enfrenta cuestionamientos, cambios normativos y desafíos climáticos, esta compañía optó por liderar con hechos y con ciencia. Y lo hizo sin aspavientos, pero con claridad: desde el territorio, con las personas y para el futuro.
Fuente: vcmagazine.cl.